martes, 29 de septiembre de 2015

No es lo mismo ni se escribe igual

Se va al mercado y se hacen colas tediosas, largas, extenuantes. Sabemos bien que ésa no es la idea general de bienestar, aunque el gobierno se afane por mostrar un país que existe solo en sus deseos. Pero huelga recordar el refranero popular, deseos no preñan. Todos estamos claros, el 6 de diciembre próximo vamos a acudir masivamente a votar por un cambio. No obstante, mientras llegamos, debemos comer, bañarnos, pagar deudas… Mientras llegamos al 6D, la vida cotidiana continúa.
Comprendo que la idea no es andar convocando vainas, como golpes de Estado, pero hablarle duro al gobierno, lo cual es y será siempre nuestro derecho, no está reñido con la idea de votar masivamente. Cada vez que el gobierno ofende nuestra inteligencia con excusas tontas e increíbles, la MUD, como vocera de los sectores opositores, debe ripostarle con mayor contundencia. No hay lugar para el miedo en quienes desean asumir el liderazgo.
El estado del país es ruinoso. La anomia reina en las calles. Los hampones persiguen a los policías. Los defensores de los pobres usan carteras de marca (de unos 5.500 dólares, por ejemplo)… y la responsabilidad no es de Colombia o Estados Unidos, ni de unos oligarcas que intentan sobrevivir sin mucho éxito. La ruina nacional es obra de una gestión de gobierno pésima que jamás ha tenido en mente gobernar, sino llevar adelante una revolución. Y bien sabemos, no es lo mismo ni se escribe igual.  

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