Mientras el
gobierno arenga sobre prouducir, sus políticas, en cambio, castigan toda
iniciativa productiva. No creo que sea casual. Este gobierno - ¿o régimen? - ha
basado su proyecto en dos pilares: la depauperación sistemática y la
propaganda. La primera busca tener una poblacion sojuzgada a través de penurias
y calamidades. La segunda, más que excusar su ineficiencia, crear una amenaza
latente, un enemigo que reúna al pueblo en
torno suyo.
Esto lo sé no
porque sea brujo. Lo sé porque es una receta muy vieja. Castro le vendió a
Chávez la idea de hacer pasar penurias a los ciudadanos para esclavizarlos. Y
no le falta razón al dinosaurio antillano. Esta Venezuela revolucionaria me recuerda
mucho a la Oceanía de “1984”. Me veo como a Winston Smith, bebiendo un licor malo
en un bar depauperado.
Nuestra
cotidianidad no es hostil porque el gobierno sea ineficiente. Lo es porque al
gobierno le interesa que así sea. Mientras padecemos penurias, la élite se
entroniza. Esa fórmula la han aplicado todos los regímenes con vocación
totalitaria. Algunas voces opositoras arguyen que “debemos aguardar a las
elecciones regionales” y de ese modo, “crear un nuevo mapa político” que nos
permita “redefinir las correlaciones de fuerzas”. Yo, ciudadano común y
corriente que ha visto su vida empobrecerse y hostilizarse, les pregunto, ¿qué
esperan de nosotros? ¿Imolarnos para asegurarle a otra élite su acceso al
poder?
Eso no va a
pasar. La gente solo va a buscar salidas en otros sectores, aun cuando sean tan
solo espejismos. Y sin dudas, de alguno emergerá un caudillo que va a abrir la
celda de Leopoldo López, en efecto; pero no para liberarlo, sino para encerrar
también a Maduro. Yo no lo deseo, pero lo que un simple ciudadano como yo desee
importa muy poco ahora. Si ese caudillo vende la ilusión de una transición,
¿qué creen que va a suceder?
El país está
muy mal. La gente está padeciendo penurias que no se vivían desde hacía mucho. Un
punto de quiebre parece inevitable. El problema no es que ocurra, sin embargo.
Lo que realmente preocupa es cómo ha de suceder.
Creo que la
MUD y el GPP están obligados a reeditar un nuevo Pacto de Puntofijo, si de
verdad quieren sobrevivir a la tormenta que viene. No obstante, la estupidez
humana no deja de asombrarnos, tristemente.