miércoles, 6 de mayo de 2015

La mesa está servida

            
Con mayoría calificada en la Asamblea Nacional pretende la MUD designar un nuevo TSJ, un nuevo CNE, una fiscalía y una contraloría nuevas. Al parecer, vistas las encuestas, y sobre todo un artículo de Gloria Bastidas (http://konzapata.com/2015/05/el-dato-secreto-que-encontro-datincorp-sobre-el-gobierno-de-maduro/) que publica los resultados de la firma Datincorp, el gobierno pierde las parlamentarias, razón por la cual el CNE no ha fijado la fecha para esos comicios. Cabe preguntarse, entonces, ¿habrá elecciones? La respuesta es complicada.
            Huelga decir que el gobierno anda echando números, para ver si reacomodando otra vez los circuitos electorales, logra mantener el control de la Asamblea Nacional. Y no dudo yo que estará barajando otras opciones, vaya a saber uno cuáles. No obstante, no comprende el PSUV, o quien sea que controle el gobierno, que la crisis no se resuelve ganando las elecciones parlamentarias. La ciudadanía está aburrida de una vida hostilizada. Las peleas, hasta ahora sin llegar a mayores, en los mercados y en el sistema de transporte Metro demuestran que la gente está muy molesta. Al parecer, la MUD tampoco comprende esto.  
            Según el artículo de Bastidas, muy recomendable por cierto, Maduro y su gente están entrampados. Los venezolanos no se han conformado con el estado de cosas, y según la encuesta citada por Bastidas, 67 % (dos terceras partes) “cree que si el gobierno no resuelve los graves problemas de desabastecimiento e inseguridad, habrá reclamos enérgicos”. Y aunque la relación de preferencias electorales da una clara ventaja a la oposición (48 % votaría por los candidatos de la oposición sin importar sus nombres mientras que 26 % lo haría en las mismas condiciones por los oficialistas), también demuestra la encuesta una profunda crisis de liderazgo, si bien mayor en el chavismo, tampoco está ausente en la oposición.
            Este último dato es muy grave. La crisis está colmando la presión en la olla. Creer que no habrá consecuencias, que se puede correr la arruga indefinidamente, es, de hecho, una estupidez. En mayor medida en el chavismo y un tanto menos en la MUD, el liderazgo parece  sordo al reclamo popular, y, no nos engañemos, de no emerger un liderazgo responsable y sobre todo contundente, como señala Bastidas, la ciudadanía inventará. Ya lo hizo en 1998, con Chávez. En esas circunstancias, tampoco podemos negarlo, ya antes han surgido soluciones drásticas, por lo demás, indeseables.

            Termino citando los Runrunes de Nelson Bocaranda del pasado martes (5/5/15), hay que dialogar. No sé si como sugiere el exguerrillero y militante del MIR, “con el dueño del circo” (Raúl Castro) o bien con fuerzas dentro del PSUV, capaces de comprender lo que Giuseppe di Lampedusa decía en su obra “El gatopardo”: "Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi" (Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie). El diálogo es pues, inevitable, y vistas las cosas, más para el PSUV que para la oposición. 

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