miércoles, 27 de junio de 2012

Entendiendo lo que unos llaman golpes de Estado


Hoy lo dijo Diego Arria en la red social Twitter, ¿por qué tanto jaleo con lo de Lugo? Al fin de cuentas, el Congreso paraguayo, de acuerdo a las leyes paraguayas, destituyó al presidente en un juicio político legítimo por una mayoría aplastante. ¿Por qué los presidentes suramericanos están tan afanados en ser más papistas que el Papa? La respuesta es muy simple: temen verse ellos en la misma situación.
Esta reflexión conduce pues, a la verdadera naturaleza de las organizaciones internacionales. Y puede que antes se vieran como clubes de gobierno, que ya era bastante grave, pero ahora se ven como clubes de presidentes, afanados todos por no pisarse la manguera. Desde Santos hasta la señora Kirchner, sin obviar a Chávez por supuesto, lo único que les preocupa a los mandatarios suramericanos es cuidar el puesto. Ojalá y empeñasen igual vigor por la defensa de los derechos humanos, que son violados a diario en países como Cuba, cuyo gobierno justifican cada vez que pueden y en vez de exigirle el respeto por las garantías democráticas, se afincan con vehemencia contra Estados Unidos, como si esta nación tuviese la culpa de las atrocidades que perpetran los Castro en la isla antillana.
La OEA, la Unasur y el Mercosur no son plataformas ni clubes para resguardar a presidentes, para cuidarles las espaldas cuando se desvíen de las leyes y valores que juraron defender. Y los jefes de Estado no pueden usar la soberanía y la solidaridad para lo que les conviene. Se defienden pues, valores e instituciones y no a personas en particular.  
Paraguay tomó una decisión y pretender, como lo pretenden algunas personalidades regionales, que se “restituya” a Lugo sería crear una crisis aún mayor que la que originó su destitución. Pero ya se sabe, que se desate una guerra civil, como en Siria, importa muy poco si se trata de resguardar la inviolabilidad de algunos cargos, como si los mandatarios no fuesen responsables de sus acciones.

Francisco de Asís Martínez Pocaterra
Abogado

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