Otra vez vuelven a decir
que el socialismo es democrático. Y eso es falso. Uno y otro se excluyen. El
socialismo democrático del que hablan muchos no es en esencia un socialismo.
Existe, sí, una democracia "socialiizada" que comúnmente se le conoce
como socialdemocracia y democracia cristiana (corrientes de centro-izquierda),
pero es esencialmente una democracia regida por los postulados básicos de la
democracia (separación clásica de poderes, alternabilidad en el poder, respeto
por la propiedad privada y las minorías disidentes, consenso, etc.). Las
naciones europeas que por lo general tildan de socialistas no lo son realmente.
Son democracias y si somos más precisos, son en muchos casos monarquías
constitucionales, porque los reyes no son compatibles con los principios
básicos de la democracia (aunque se comporten de hecho más democráticamente que
otras repúblicas que se precian de serlo). En esas naciones alternan en el poder
partidos de centro izquierda y de centro derecha porque son fundamentalmente
democráticos y ni una ni otra cambian las reglas básicas del sistema (y menos
para justificar la permanencia ad-perpetuam
de un mandatario en el poder).
El socialismo no puede ser
democrático. Menos aún éste que por lo visto plantea el gobierno revolucionario,
cuya filiación ideológica es el Socialismo del Siglo XXI que sin lugar a dudas
propone la ELIMINACIÓN DE LA PROPIEDAD PRIVADA al menos de los medios de
producción. El socialismo propuesto por el gobierno revolucionario plantea en
primer lugar, la abolición gradual de la propiedad privada y, en segundo lugar,
la sustitución del sistema descentralizado tradicional (reparto del poder
político verticalmente en poderes nacional, regional y local) por un sistema de
comunas. Y por esa razón a la URSS se le conocía como Unión de Repúblicas SOCIALISTAS
SOVIÉTICAS (Soviet significa comuna).
Hay que tener presente que
el modelo propuesto para Venezuela desde el gobierno revolucionario es
COMUNISTA (ese comunismo retrógrado que hundió en la pobreza a todas las
naciones que lo ensayaron). Estoy seguro que el 55% de los venezolanos que votó
por la opción revolucionaria ignora lo que realmente significa vivir en
socialismo. Si queremos en verdad impedir que éste se instituya en nuestro
país, expliquemos pues la incompatibilidad del socialismo (también conocido
como Socialismo de Estado) hasta el hartazgo.
Francisco de Asís Martínez Pocaterra
Abogado
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