lunes, 12 de septiembre de 2011


            Realismo mágico

            Todos los días hay dos o tres protestas, me dijo un hombre serio que conozco y que de estos asuntos sabe bastante, y añadió, este hombre, con la calma de quien conversa apaciblemente en un convite, no hay modo que el gobierno gane, y dijo, para concluir, tal vez lapidariamente – si es que meritoria resulta esta palabra –, así que poco importa si la enfermedad es grave o no, aunque leo, hoy, que Manuel Felipe Sierra dice lo contrario, y es también un hombre serio, Manuel Felipe Sierra. Un cronista reseñó hace poco, citando como fuente a la firma Datanalisis, que de ser las elecciones el domingo venidero y Capriles fuese su contendor, las ganaría el presidente. Hinterlaces ha dicho algo parecido.
            ¿Quién tiene la razón? Nadie discute, Oscar Schemel y Luis Vicente León son también hombres serios, conocedores de su oficio. Y no dudo yo, que de encuestas ignoro, que sus razones han de tener, los directores de Datanalisis y de Hinterlaces, para afirmar lo que afirman. Pero, si bien no sé de encuestas, sí tengo ojos y advierto a diario como este país parece irse por el caño como las aguas residuales. No son mis palabras una opinión de este escribidor, que mal puedo endilgarme yo un título más notable que éste, el de escribidor. Se trata en todo caso, de hechos que, como ciudadano puedo notar, porque sí es cierto, a diario hay dos y tres protestas e incluso peor, sólo durante este mes de agosto se han contado más de 500 muertos a manos del hampa desbordada.
            No es sólo el hampa impúdica por impune. Hay además, carestía y escasez de productos básicos, así como un pésimo servicio eléctrico, hospitales y escuelas públicas en estado deplorable, una grotesca e innecesaria dependencia de las importaciones y, por ende, de las divisas, cada vez más difíciles de obtener, desempleo y el resultante incremento de la buhonería y, desde luego, del hampa. Ciertamente, nada en este país parece funcionar, sin que pueda advertirse de los voceros del régimen algo más tangible que la propaganda oficial.
            Me pregunto yo, ciudadano de a pie, cómo puede seguir con una popularidad tan elevada la cabeza indiscutible – por decisión propia – de este gobierno. Y, leyendo aquí y acullá puede uno imaginarse que se trata de una conexión mágico-religiosa o de un enlace emocional. Que supo este caudillo descubrir los resentimientos restañados de una población que, infelizmente, no pide soluciones sino venganza. Pero, como resulta obvio, los problemas en algún momento estallarán. Y ése parece ser éste, que, por razones conocidas, resulta el peor para el líder de un movimiento construido totalmente en torno a su figura mesiánica. Debo decir, que humano soy y he amado, así como se ama hoy, a una mujer, a un caudillo, que ambos por igual pueden decepcionar, en un solo instante puede llegar a odiarse. Creo, humildemente, que está a punto de ocurrir ese momento fatal. Y devastadoras pueden ser las consecuencias de ese súbito odio, que las muchedumbres desbocadas son como el encierro de San Fermín.  
            Dios quiera que todo llegue a buen puerto, que Chávez – o quien le releve en la tarea si ése fuera el caso – compita en las elecciones del 2012 y que este pueblo, de una vez por todas le diga NO al socialismo empobrecedor y mentor de todas estas miserias que hoy apenan la vida de los venezolanos. Pero eso sí, ¡en paz! Que de caudillos e iluminados, con ésta ya es suficiente. 

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