martes, 26 de enero de 2010

Se jodió la tubería

Supongo que alguien habrá tenido un tubo roto en su casa. Sabe que el bramido del agua no se siente hasta que la crisis ya es muy grave. Algo parecido ocurre con este gobierno, o mejor dicho, con el país. Este gobierno defraudó al pueblo y se huele, más bien se intuye, que éste viene encolerizándose, como un mar de fondo que sólo surge cuando ya la tragedia es inminente.
A Chávez le conviene que se desate la desgracia. Y creo, lamentablemente, que la mala fortuna va a ayudarlo, si por tal asumimos un alzamiento o motín callejero similar a los del 27-F. Asumo que él cree que reeditando el 11-A tendrá un 13-A y lo que esto supuso para este desdichado país. Sin embargo, la población venezolana no ve las cosas como entonces, para desgracia del caudillo. Su jugada puede costarle muy cara a él. Y a nosotros, no porque sea él necesario, que no lo es, sino por las penurias que implicaría para la nación una desventura semejante.
Chávez parece querer jugarse el full Monty. Al parecer, otra no le queda ahora que once años de ineficiencias enfrentan a la sociedad venezolana con la realidad del socialismo del siglo XXI: escasez y miseria. A Carlos Andrés Pérez se le volteó la gente de la noche a la mañana porque los engañó, porque les mintió. Al caudillo de Sabaneta puede – y creo que así será – va a ocurrirle lo mismo. Recemos porque se exprese en votos y no de otras formas.

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